Resoluciones financieras para Año Nuevo: Organízate
¡Seamos honestos! Al igual que la mayoría de la gente, casi todos arrancamos el 2014 con una "nueva" resolución para el Año Nuevo. Para unos es comer menos y hacer ejercicios (para eventualmente perder peso); mientras que para otros es erradicar vicios como el cigarrillo o el alcohol, y así empezar a vivir una vida más saludable.
Sin embargo, para los que están leyendo esto es probable que su meta para el Año Nuevo sea organizar sus finanzas, pagar deudas y empezar a ahorrar de una buena vez por todas, ya sea para un fondo de emergencia o un plan de retiro.
Lo cierto es que ninguna de estas resoluciones son fáciles de cumplir. De hecho, académicos de la Universidad de Scranton, en Pensilvania, estiman que del 45% de los estadounidenses que se comprometen con una resolución de Año Nuevo, apenas el 8% en realidad las cumplen.
Pero el temor a fracasar y las estadísticas en contra no deben ser factores para desanimarnos a organizar nuestras finanzas antes de empezar. Es necesario establecer metas claras, escribir un plan en papel y, en vez de hacer una larga lista de resoluciones, establecer al menos una que en realidad podamos intentar satisfacer.
Controlar gastos: La idea de saber a dónde se nos va el dinero debe ser la base de cualquier plan financiero. Muchas veces las personas incurren en problemas económicos, no necesariamente porque no ganan lo suficiente para subsistir sino porque no saben administrar lo que ganan; antes de cobrar su cheque ya lo tienen gastado.
Por eso es imperativo que aprendamos a monitorear todos nuestros gastos. Si bien suena como una tarea ardua tener que anotar cada vez que compramos café o le echemos gasolina al auto, pronto se sorprenderá cuán rápido se escapa como agua el dinero que ganamos.
La buena noticia es que gracias a las computadoras y los móviles inteligentes hoy hay ayuda disponible. Existen aplicaciones como Mint.com, Quicken y Geezeo, entre otros, que pueden precisamente monitorear sus gastos y hacer el cálculo matemático por usted.
De hecho, estos programas pueden vincularse electrónicamente a sus cuentas bancarias y actualizarse de forma automatizada cada vez que incurre en un gasto, por más mínimo que sea.
Ahora bien, si por motivos de seguridad (por el temor de caer víctima del robo de identidad) no quiere suscribirse a esos servicios, entonces revise su cuenta bancaria con frecuencia a través de la red; ya casi todas las entidades financieras ofrecen acceso directo a su cuenta para así poder rastrear sus gastos.
Cuando usted se de cuenta en realidad hacia dónde fluye su dinero, para usted será más fácil identificar y cortar el desperdicio monetario de sus finanzas personales.
Haga un balance entre el dinero que entra y sale: La falta de control financiero a veces hace que gastemos más de lo que ganamos. En ocasiones (y he sido culpable de esto) por impresionar a los demás ponemos en riesgo nuestras finanzas personales gastando el dinero que no tenemos. Por ejemplo, compramos un vehículo que no podemos pagar o llevamos a los amigos a un restaurante para disfrutar de una cena que simplemente se sale de nuestro presupuesto.
La solución a este problema es aterrizar en la realidad. Luego de controlar y rastrear nuestros gastos, es necesario balancearlos con lo que ganamos (nuestros ingresos), a través de un presupuesto.
Hace falta hacer una lista de todos nuestros gastos, desde el pago de la casa, la comida, la ropa, hasta el dinero que usamos para ir al cine o comer fuera. Lo importante es localizar a dónde están los excesos y (como resolución de Año Nuevo) establecer un plan para eliminarlos.
Tiene que ser realista: Si usted no se ve abandonando su hábito de cenar fuera, o a lo mejor preparando su propio café en casa para ahorrarse los $2,400 dólares que gastó el año pasado en Starbucks, entonces lo que debe ser es minimizar sus visitas a estos lugares para empezar a ahorrar.
Por ejemplo, en vez de cenar fuera cinco noches en el mes, limítese a dos; o mejor todavía, en vez de pagar $5 dólares diarios por un Cappuccino o un Caffè Mocha, trate de tomárselos sólo dos veces por semana.
Lo mismo debe hacer con los ahorros. A lo mejor la idea de ahorrar $200 dólares mensuales suene descabellada e inalcanzable para su bolsillo. Sin embargo, ahorrar $50 dólares semanales (que al final es lo mismo), le parezca más factible y realista.
Lo mismo va con las tarjetas de crédito... Satisfacer una deuda de $2,500 dólares en una tarjeta de crédito podría parecer inalcanzable. No obstante, si divide esa tarjeta de crédito y se propone pagarla en incrementos de $500 dólares, entonces podrá hacerle frente a ese monstruo de poquito en poquito.
Automatice sus Cuentas: Muchos hemos hecho en el pasado un compromiso para ahorrar, y después de un tiempo (a veces antes de empezar), ese plan fracasa. Usualmente lo que ocurre es que gastamos el dinero en otras cosas antes de depositarlo en la cuenta de ahorros.
El antídoto para este problema es automatizar nuestras cuentas bancarias. Pídale a su banco que de forma automática le saque dinero a su cuenta de cheques y lo deposite directamente en su cuenta de ahorros.
Los parámetros (la cantidad de dinero y la frecuencia) los establece usted. Sin embargo, para que funcione la mejor recomendación es que ese depósito automático se haga antes de que usted pague sus cuentas. Si a usted, por ejemplo, en su trabajo le pagan el día 1 del mes, que ese mismo día usted programe sus cuentas para realizar una transferencia automática.
Si usted no ve el dinero en su cuentas de cheques (porque ya fue depositado en su cuenta de ahorros), estará ahorrando automáticamente y sabrá que el efectivo presente en su cuenta corriente es el dinero que podrá usar para el resto de sus gastos.
En síntesis: ¡Páguese a usted mismo a través del ahorro antes de gastarse el dinero!
De nuevo, poner sus finanzas personales en orden no es tarea fácil. Pero si se mantiene enfocado y trabaja con disciplina usted podrá ser parte de ese 8% de las personas que sí cumplen sus resoluciones de Año Nuevo... ¡Feliz y Próspero 2014!
El periodista Fernando Almánzar es conductor del programa "Cuentas Claras" de Univision América y trabaja como Editor de Asignaciones y Productor de "Un Nuevo Día" de Telemundo.
Sin embargo, para los que están leyendo esto es probable que su meta para el Año Nuevo sea organizar sus finanzas, pagar deudas y empezar a ahorrar de una buena vez por todas, ya sea para un fondo de emergencia o un plan de retiro.
Lo cierto es que ninguna de estas resoluciones son fáciles de cumplir. De hecho, académicos de la Universidad de Scranton, en Pensilvania, estiman que del 45% de los estadounidenses que se comprometen con una resolución de Año Nuevo, apenas el 8% en realidad las cumplen.
Pero el temor a fracasar y las estadísticas en contra no deben ser factores para desanimarnos a organizar nuestras finanzas antes de empezar. Es necesario establecer metas claras, escribir un plan en papel y, en vez de hacer una larga lista de resoluciones, establecer al menos una que en realidad podamos intentar satisfacer.
Controlar gastos: La idea de saber a dónde se nos va el dinero debe ser la base de cualquier plan financiero. Muchas veces las personas incurren en problemas económicos, no necesariamente porque no ganan lo suficiente para subsistir sino porque no saben administrar lo que ganan; antes de cobrar su cheque ya lo tienen gastado.
Por eso es imperativo que aprendamos a monitorear todos nuestros gastos. Si bien suena como una tarea ardua tener que anotar cada vez que compramos café o le echemos gasolina al auto, pronto se sorprenderá cuán rápido se escapa como agua el dinero que ganamos.
La buena noticia es que gracias a las computadoras y los móviles inteligentes hoy hay ayuda disponible. Existen aplicaciones como Mint.com, Quicken y Geezeo, entre otros, que pueden precisamente monitorear sus gastos y hacer el cálculo matemático por usted.
De hecho, estos programas pueden vincularse electrónicamente a sus cuentas bancarias y actualizarse de forma automatizada cada vez que incurre en un gasto, por más mínimo que sea.
Ahora bien, si por motivos de seguridad (por el temor de caer víctima del robo de identidad) no quiere suscribirse a esos servicios, entonces revise su cuenta bancaria con frecuencia a través de la red; ya casi todas las entidades financieras ofrecen acceso directo a su cuenta para así poder rastrear sus gastos.
Cuando usted se de cuenta en realidad hacia dónde fluye su dinero, para usted será más fácil identificar y cortar el desperdicio monetario de sus finanzas personales.
Haga un balance entre el dinero que entra y sale: La falta de control financiero a veces hace que gastemos más de lo que ganamos. En ocasiones (y he sido culpable de esto) por impresionar a los demás ponemos en riesgo nuestras finanzas personales gastando el dinero que no tenemos. Por ejemplo, compramos un vehículo que no podemos pagar o llevamos a los amigos a un restaurante para disfrutar de una cena que simplemente se sale de nuestro presupuesto.
La solución a este problema es aterrizar en la realidad. Luego de controlar y rastrear nuestros gastos, es necesario balancearlos con lo que ganamos (nuestros ingresos), a través de un presupuesto.
Hace falta hacer una lista de todos nuestros gastos, desde el pago de la casa, la comida, la ropa, hasta el dinero que usamos para ir al cine o comer fuera. Lo importante es localizar a dónde están los excesos y (como resolución de Año Nuevo) establecer un plan para eliminarlos.
Tiene que ser realista: Si usted no se ve abandonando su hábito de cenar fuera, o a lo mejor preparando su propio café en casa para ahorrarse los $2,400 dólares que gastó el año pasado en Starbucks, entonces lo que debe ser es minimizar sus visitas a estos lugares para empezar a ahorrar.
Por ejemplo, en vez de cenar fuera cinco noches en el mes, limítese a dos; o mejor todavía, en vez de pagar $5 dólares diarios por un Cappuccino o un Caffè Mocha, trate de tomárselos sólo dos veces por semana.
Lo mismo debe hacer con los ahorros. A lo mejor la idea de ahorrar $200 dólares mensuales suene descabellada e inalcanzable para su bolsillo. Sin embargo, ahorrar $50 dólares semanales (que al final es lo mismo), le parezca más factible y realista.
Lo mismo va con las tarjetas de crédito... Satisfacer una deuda de $2,500 dólares en una tarjeta de crédito podría parecer inalcanzable. No obstante, si divide esa tarjeta de crédito y se propone pagarla en incrementos de $500 dólares, entonces podrá hacerle frente a ese monstruo de poquito en poquito.
Automatice sus Cuentas: Muchos hemos hecho en el pasado un compromiso para ahorrar, y después de un tiempo (a veces antes de empezar), ese plan fracasa. Usualmente lo que ocurre es que gastamos el dinero en otras cosas antes de depositarlo en la cuenta de ahorros.
El antídoto para este problema es automatizar nuestras cuentas bancarias. Pídale a su banco que de forma automática le saque dinero a su cuenta de cheques y lo deposite directamente en su cuenta de ahorros.
Los parámetros (la cantidad de dinero y la frecuencia) los establece usted. Sin embargo, para que funcione la mejor recomendación es que ese depósito automático se haga antes de que usted pague sus cuentas. Si a usted, por ejemplo, en su trabajo le pagan el día 1 del mes, que ese mismo día usted programe sus cuentas para realizar una transferencia automática.
Si usted no ve el dinero en su cuentas de cheques (porque ya fue depositado en su cuenta de ahorros), estará ahorrando automáticamente y sabrá que el efectivo presente en su cuenta corriente es el dinero que podrá usar para el resto de sus gastos.
En síntesis: ¡Páguese a usted mismo a través del ahorro antes de gastarse el dinero!
De nuevo, poner sus finanzas personales en orden no es tarea fácil. Pero si se mantiene enfocado y trabaja con disciplina usted podrá ser parte de ese 8% de las personas que sí cumplen sus resoluciones de Año Nuevo... ¡Feliz y Próspero 2014!
El periodista Fernando Almánzar es conductor del programa "Cuentas Claras" de Univision América y trabaja como Editor de Asignaciones y Productor de "Un Nuevo Día" de Telemundo.