La FIFA y el escándalo que estremeció al Mundo
No hace falta ser un fanático de los deportes para escandalizarse por las recientes alegaciones de que los máximos ejecutivos de la FIFA, el principal organismo de fútbol del planeta, por años han protagonizado la mayor jornada de corrupción de la historia.
Sólo en Estados Unidos el Departamento de Justicia arrestó a finales de mayo a una veintena de funcionarios de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), por su presunta participación en el millonario desfalco.
Las autoridades destacan que este es sólo el principio, y que muchos otros "peces gordos" probablemente caerán como involucrados en las próximas semanas, según avanza la investigación y surgen nuevas acusaciones.
Las víctimas aquí, sin embargo, son los fanáticos que idolatran el deporte de los goles y que en ocasiones se juegan hasta la vida por defender los intereses de su selección favorita. También encabezan la lista de los afectados los futbolistas jóvenes, que ahora quizás ven entorpecidos sus sueños de desarrollarse como profesionales y eventualmente hasta jugar en una Copa del Mundo.
Y es que en momentos cuando se juega el Mundial de Mujeres 2015 en Canadá, y el Mundial de Jóvenes Sub-20 en Nueva Zelanda, el multimillonario engaño de la FIFA pone en tela de juicio "todos" los partidos jugados en torneos internacionales desde el Mundial de Francia 1998 hasta la fecha.
Por años se ha hablado de supuestos sobornos en el arbitraje, de cómo se eligen los grupos y los equipos en cada torneo, de cómo se obtienen los "derechos" para transmitir los partidos por radio y televisión, y finalmente, de cómo se seleccionaron las sedes Mundialistas de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Aparentemente por debajo de la mesa cambiaron de manos muchos millones de dólares (y euros), pero no es hasta ahora que se realizan arrestos y acusaciones formales.
Aunque no apareció en la acusación inicial, el principal sospechoso ahora es el suizo Joseph Blatter, quien cuatro días después de su reelección para un quinto mandato como presidente de la FIFA, sorpresivamente abandonó su puesto.
Expertos aseguran que inicialmente Blatter pensó saldría ileso del escándalo y las acusaciones. Pero cuando Jérôme Valcke, su mano derecha y secretario general de la FIFA, según el periódico New York Times fue acusado de aceptar $10 millones de dólares en "donaciones", Blatter no tuvo otro remedio que renunciar.
De forma paralela, es muy difícil pensar que Blatter estaba completamente ajeno al motor corruptivo de la FIFA cuando el ex vicepresidente del organismo, Jack Warner, también resultó embarrado en las acusaciones de soborno.
A raíz del reportaje del New York Times, la FIFA reconoció haber recibido transferencias por un valor de $10 millones de dólares "en el marco del desarrollo del fútbol en el Caribe", pero que ni Valcke ni ningún otro alto responsable del organismo estuvo involucrado en actos de corrupción.
La pregunta lógica que surge ahora es: ¿Cuántos dólares de los $10 millones que recibió la FIFA para supuestamente fomentar el fútbol en el Caribe llegaron a República Dominicana?
¿Recibió la Federación Dominicana de Fútbol dinero para desarrollar una selección competitiva?; Y si la respuesta es positiva, ¿dónde está ese dinero?; ¿en qué se invirtieron esos "millones" de dólares?
Si bien es válido investigar para esclarecer estas dudas, lo cierto es que es poco probable República Dominicana haya recibido fondos para fomentar el fútbol.
República Dominicana nunca ha clasificado para competir en los torneos mundialistas, y en este momento la nación caribeña se encuentra en el puesto número 118 del ranking internacional de la FIFA.
Las posibilidades de República Dominicana para clasificar y jugar en los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022 son casi inexistentes. Especialmente ahora que, a raíz del escándalo de la FIFA, hay quienes luchan por suspender, retrasar o cambiar de sedes dichos torneos internacionales.
Los Mundiales de 2018 y 2022 sí se jugarán, pues ya hay demasiado dinero invertido de por medio. Lo que habrá que ver es si la nueva cúpula gerencial de la FIFA que asumirá su control por los próximos cinco años, tomará una actitud de "borrón y cuenta nueva" para limpiar la empañada imagen del organismo.
Es el único curso lógico de acción. Porque si no actúa de esa manera, la nueva jerarquía del futbol mundial estará sumándose al escándalo de corrupción que ahora tiene a la FIFA sangrando de rodillas.
El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con dos Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".
Sólo en Estados Unidos el Departamento de Justicia arrestó a finales de mayo a una veintena de funcionarios de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), por su presunta participación en el millonario desfalco.
Las autoridades destacan que este es sólo el principio, y que muchos otros "peces gordos" probablemente caerán como involucrados en las próximas semanas, según avanza la investigación y surgen nuevas acusaciones.
Las víctimas aquí, sin embargo, son los fanáticos que idolatran el deporte de los goles y que en ocasiones se juegan hasta la vida por defender los intereses de su selección favorita. También encabezan la lista de los afectados los futbolistas jóvenes, que ahora quizás ven entorpecidos sus sueños de desarrollarse como profesionales y eventualmente hasta jugar en una Copa del Mundo.
Y es que en momentos cuando se juega el Mundial de Mujeres 2015 en Canadá, y el Mundial de Jóvenes Sub-20 en Nueva Zelanda, el multimillonario engaño de la FIFA pone en tela de juicio "todos" los partidos jugados en torneos internacionales desde el Mundial de Francia 1998 hasta la fecha.
Por años se ha hablado de supuestos sobornos en el arbitraje, de cómo se eligen los grupos y los equipos en cada torneo, de cómo se obtienen los "derechos" para transmitir los partidos por radio y televisión, y finalmente, de cómo se seleccionaron las sedes Mundialistas de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Aparentemente por debajo de la mesa cambiaron de manos muchos millones de dólares (y euros), pero no es hasta ahora que se realizan arrestos y acusaciones formales.
Aunque no apareció en la acusación inicial, el principal sospechoso ahora es el suizo Joseph Blatter, quien cuatro días después de su reelección para un quinto mandato como presidente de la FIFA, sorpresivamente abandonó su puesto.
Expertos aseguran que inicialmente Blatter pensó saldría ileso del escándalo y las acusaciones. Pero cuando Jérôme Valcke, su mano derecha y secretario general de la FIFA, según el periódico New York Times fue acusado de aceptar $10 millones de dólares en "donaciones", Blatter no tuvo otro remedio que renunciar.
De forma paralela, es muy difícil pensar que Blatter estaba completamente ajeno al motor corruptivo de la FIFA cuando el ex vicepresidente del organismo, Jack Warner, también resultó embarrado en las acusaciones de soborno.
A raíz del reportaje del New York Times, la FIFA reconoció haber recibido transferencias por un valor de $10 millones de dólares "en el marco del desarrollo del fútbol en el Caribe", pero que ni Valcke ni ningún otro alto responsable del organismo estuvo involucrado en actos de corrupción.
La pregunta lógica que surge ahora es: ¿Cuántos dólares de los $10 millones que recibió la FIFA para supuestamente fomentar el fútbol en el Caribe llegaron a República Dominicana?
¿Recibió la Federación Dominicana de Fútbol dinero para desarrollar una selección competitiva?; Y si la respuesta es positiva, ¿dónde está ese dinero?; ¿en qué se invirtieron esos "millones" de dólares?
Si bien es válido investigar para esclarecer estas dudas, lo cierto es que es poco probable República Dominicana haya recibido fondos para fomentar el fútbol.
República Dominicana nunca ha clasificado para competir en los torneos mundialistas, y en este momento la nación caribeña se encuentra en el puesto número 118 del ranking internacional de la FIFA.
Las posibilidades de República Dominicana para clasificar y jugar en los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022 son casi inexistentes. Especialmente ahora que, a raíz del escándalo de la FIFA, hay quienes luchan por suspender, retrasar o cambiar de sedes dichos torneos internacionales.
Los Mundiales de 2018 y 2022 sí se jugarán, pues ya hay demasiado dinero invertido de por medio. Lo que habrá que ver es si la nueva cúpula gerencial de la FIFA que asumirá su control por los próximos cinco años, tomará una actitud de "borrón y cuenta nueva" para limpiar la empañada imagen del organismo.
Es el único curso lógico de acción. Porque si no actúa de esa manera, la nueva jerarquía del futbol mundial estará sumándose al escándalo de corrupción que ahora tiene a la FIFA sangrando de rodillas.
El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con dos Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".