Trump amenazó con deportar a millones de indocumentados... ¿Política migratoria o politiquería electoral?
Las palabras del mandatario estadounidense de inmediato sembraron el temor en los corazones de los más de 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Y es que cualquier persona extranjera sin documentos corre el riesgo de ser detenido y eventualmente devuelto a su país de origen.
Pero ¿puede Trump deportar a millones de indocumentados como advirtió en su amenaza? Si bien combatir la inmigración ilegal ha sido uno de los pilares del presidente (incluso antes de llegar a la Casa Blanca), aunque el mandatario quiera hacerlo las autoridades estadounidenses no cuentan con los recursos para ejecutar esa orden.
Trump no compartió detalles de cómo su administración realizaría un operativo para ejecutar redadas masivas a nivel nacional para deportar a millones de inmigrantes. Pero los números, contrario al presidente, no mienten y la realidad es que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) jamás ha deportado a más de 300,000 personas en un año.
El año pasado, por ejemplo, la cifra de extranjeros repatriados fue de 256,000, por lo que algunos expertos opinan que poco probable que Trump pueda deportar a "millones" de forma masiva. ICE está saturado con más de 52,000 inmigrantes en centros de detención a lo largo de la frontera y no cuenta con suficientes recursos para procesar a más personas en este momento.
Inicialmente se reportó que las redadas se realizarían de forma simultánea en 10 ciudades de Estados Unidos: Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva Orleans, Nueva York y San Francisco. El blanco de estos primeros arrestos serían unas 2,000 personas que recibieron órdenes inmediatas de deportación y que hasta el momento no han sido repatriadas del país.
Los indocumentados con un historial criminal, incluso aquellos que hayan cumplido con sus condenas en prisión, también son prioridad para ser deportados porque ponen en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos.
Trump, por el momento, decidió aplazar la ejecución de las deportaciones masivas por un periodo de dos semanas para darle tiempo a los demócratas del Congreso a llegar a un acuerdo que resuelva la crisis del sistema de inmigración.
El presidente Trump solicitó $4,500 millones en fondos de emergencia para la frontera, de los cuales $3,300 millones se habrían destinado a aumentar los refugios y la atención de menores no acompañados y $1,100 millones se destinarían a otras operaciones fronterizas, como ampliar el número de camas de detención y proporcionar más recursos de investigación.
No obstante, la mayoría de expertos coinciden en que la polarización que se respira en el Congreso evitará que demócratas y republicanos lleguen a un acuerdo. Es casi seguro que en pocas semanas, Trump terminará ejecutando su orden de deportaciones masivas.
La razón es sencilla: Combatir la inmigración ilegal (o al menos decir que la está combatiendo) es el combustible que alimenta su campaña de reelección para los comicios de noviembre de 2020… No fue coincidencia que la amenaza de Trump fuera publicada casi 24 horas antes de que anunciara sus planes de campaña en Orlando.
Desde mucho antes de llegar a la Casa Blanca, Trump ha utilizado el tema migratorio como una herramienta para conquistar el apoyo de la base del Partido Republicano. Eso no es secreto.
Habrá que esperar qué pasa, porque la situación con los millones de indocumentados parece no tener una solución inmediata ni tampoco el interés político de que surja una. En los ojos de algunos, la nueva política migratoria de Trump y su amenaza de deportar a millones no es más que politiquería electoral.
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El periodista Fernando Almánzar trabaja como Productor y Editor de Asignaciones en Telemundo, y ha sido galardonado con tres Premios Emmy como miembro del equipo del programa matutino "Un Nuevo Día".
