La desconocida historia del aviador dominicano Esteban Hotesse
Aquí en Estados Unidos, febrero también tiene un significado especial por ser el "Mes de la Historia Negra" o "Black History Month", que resalta la lucha por los derechos civiles y los aportes de afroamericanos a la cultura y sociedad de este país.
En diferentes ciudades se realizan desfiles, actos conmemorativos, charlas y encuentros académicos, al tiempo que periódicos y canales de televisión presentan reportajes y documentales que resaltan la vida de afroamericanos destacados.
Como amante de la historia y apasionado de la aviación, decidí celebrar este "Mes de la Historia Negra" leyendo sobre los Aviadores de Tuskegee, el primer grupo de pilotos militares de color de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
El escuadrón de los Tuskegee Airmen, como se les conoce en inglés, fue creado a principios de la Segunda Guerra Mundial, cuando todavía existía segregación racial en partes de la Unión Americana. Básicamente, en aquel entonces, negros y blancos no se mezclaban. No podían utilizar los mismos baños públicos, comer en el mismo restaurante o viajar en el mismo autobús.
El marcado racismo de esa época, sin embargo, no es la hélice que hace volar este escrito... Tampoco lo es la historia de los primeros aviadores negros, que ya fue muy bien contada en dos películas de Hollywood: la primera filmada en 1995 con el nombre de "The Tuskegee Airmen", y la segunda titulada "Red Tails" que estrenó en 2012.
El verdadero protagonista de esta columna tiene nombre y apellido y se llama Esteban Hotesse, un dominicano que ingresó al Ejército de Estados Unidos, precisamente durante la Segunda Guerra Mundial, y se convirtió en piloto miembro del legendario escuadrón de los Aviadores de Tuskegee.
Esteban nació en Moca, República Dominicana, el 11 de febrero de 1919, y a la edad de cuatro años, su madre, Clara Pacheco, lo llevó en barco a vivir a la ciudad de Nueva York. Allí creció, se casó con Iristella, una mujer de origen puertorriqueño, y tuvo dos hijas: Mary Lou y Rosalía.
El joven quisqueyano apenas tenía 23 años cuando Estados Unidos entró a la Guerra, tras el ataque japonés de Pearl Harbor del 7 de diciembre de 1941, y créanme, ¡no lo pensó dos veces!... De inmediato ingresó al Ejército de Estados Unidos y dos meses más tarde, en febrero de 1942, fue aceptado en la Escuela de Aviación de Tuskegee, de donde se graduó con sus "alas" de piloto y el rango de Segundo Teniente.
Esteban Hotesse nunca pudo demostrar su destreza aérea en combate, pero durante los tres años que permaneció como uniformado en suelo estadounidense, sí tuvo que librar una difícil batalla donde puso su valentía en evidencia.
El 5 de abril de 1945, Esteban peleó contra el racismo al convertirse en uno de los 162 oficiales de la raza negra arrestados en una base militar cerca de Seymour, Indiana, por ingresar al club de oficiales destinado exclusivamente para militares de raza blanca.
El hecho, catalogado por los militares blancos de la época como un "acto de insubordinación", eventualmente se convirtió en lo que hoy conocemos como el "Freeman Field Mutiny", un motín de uniformados negros que según los historiadores de Derechos Civiles, motivó a que el presidente Harry S. Truman en 1948 firmara una orden ejecutiva que terminó con la segregación racial en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Lamentablemente Esteban Hotesse no pudo ser testigo de la integración racial por la que peleó durante su servicio militar.
El 8 de julio de 1945, el joven piloto comandaba un avión bombardero B-25J Mitchell, y durante un ejercicio militar, realizó una maniobra rasante que lo acercó demasiado al suelo. Eventualmente se estrelló sobre las aguas del Río Ohio, en la frontera de los estados de Indiana y Kentucky. Además de Esteban, otros tres tripulantes perdieron la vida y dos resultaron heridos.
La historia de Esteban Hotesse permaneció prácticamente en secreto por más de 70 años. No fue hasta agosto de 2018, cuando el Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York desempolvó su legado, rindiéndole su merecido tributo.
El congresista dominicano Adriano Espaillat (demócrata de Nueva York) hizo posible que los descendientes de este "quisqueyano valiente" recibiesen una réplica de la Medalla de Oro que le otorgó el Congreso de Estados Unidos a los pilotos sobrevivientes del Escuadrón de Aviadores de Tuskegee.
Feliz día de la Independencia de República Dominicana. Feliz "Mes de la Historia Negra". Yo soy Fernando Almánzar, y así veo las cosas...
El periodista Fernando Almánzar es ganador de tres Premios Emmy a la excelencia en producción de televisión, y atualmente como productor y editor de asignaciones de CNN en Español. Puede escribirle por email a fernandoalmanzar@aol.com.