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¿Y a dónde se fue la pandemia del COVID-19?

Esta semana la mayoría de periódicos de Florida reflejan en sus portadas la "Buena Noticia
" de que "por segunda semana consecutiva", en el estado han bajado los números de nuevos contagios, hospitalizaciones y muertes a causa de COVID-19.


Este descenso en casos de Coronavirus está siendo calificado por quienes desde el principio politizaron la pandemia, como un logro del gobernador Ron De Santis.


El líder republicano, quien tiene aspiraciones presidenciales para 2024, siempre ha mantenido una estricta posición en contra del uso de mascarillas en público y se ha opuesto abiertamente a los mandatos de vacunación del gobierno federal.


De Santis ha sido uno de los gobernadores de Estados Unidos en imponer la menor cantidad de restricciones para mitigar la propagación del Coronavirus, y si bien hay quienes insisten que ha hecho un trabajo encomiable, la realidad es que el virus ha tenido un impacto devastador en el llamado "Estado del Sol".


Y es que los números no mienten… Si bien, los casos de COVID-19 han bajado en Florida en las últimas dos semanas, cuando comparamos las cifras de enero de 2022 con lo reportado en enero del año pasado, de inmediato nos damos cuenta la gravedad de la situación actual.


En el primer mes del año 2021, Florida documentó un total de 382,026 nuevos casos de COVID-19, con unas 4,589 muertes. Ahora en 2022, solamente en las primeras tres semanas de enero, Florida reportó más de 917 mil nuevos casos de COVID-19, casi tres veces más de las reportados hace un año.


En cuanto a muertes se refiere, enero de 2022, Florida tuvo tu mayor pico de fallecidos desde octubre del año pasado, pese a que muchos expertos insisten en que la nueva variante Omicron es menos mortífera que la cepa original del virus.


En total, desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, en Florida más de 5.5 millones de personas han contraído el virus, de las cuales unas 65 mil han muerto.


Actualmente se estima que 65% de la población floridana está vacunada, y hay quienes insisten en que no se van a hacerlo pese a que más del 90% de los hospitalizados son personas sin inocular.


En Florida la vida sigue normal, como si la pandemia ya no existiera. Los comercios operan como antes de marzo de 2020. Los bares, restaurantes y atractivos turísticos permanecen repletos, y eventos que en el pasado fueron cancelados, supuestamente por el COVID-19, ya están de regreso.


Este domingo, por ejemplo, más de 15 mil atletas aficionados desafiarán el calor y el asfalto para completar el tradicional Maratón de Miami, este año en su edición número 20.


Eso sí… A los participantes no se les exigirá ni mascarilla ni prueba de vacunación. Por lo que, si en febrero surge un notable aumento de casos en el sur de Florida, ya más o menos tenemos una idea de cuál fue el foco de contagio. Yo soy Fernando Almánzar, y así veo las cosas...